En un emocionante enfrentamiento en la fase de grupos de la Liga de Campeones, el Nápoles se postuló como el principal contendiente del Real Madrid por el liderato del Grupo C al obtener una trabajada victoria por 1-2 sobre el Braga. El campeón italiano, al igual que el conjunto blanco, debutó en la Champions con una actuación impresionante que dejó a los espectadores al borde de sus asientos.
Desde los primeros minutos del partido, el equipo de Arthur Jorge dejó claro que no iba a hacerle las cosas fáciles al equipo de Rudi García. Apenas tres minutos en el reloj y Horta exigió una espectacular intervención de Meret para evitar que el equipo portugués tomara ventaja. Sin amilanarse, el Braga disputó la posesión del balón y se entregó al cuerpo a cuerpo con el campeón italiano.
Djaló casi rozó el gol en una falta directa, mientras que Abel Ruiz se encontró con Meret en un emocionante mano a mano minutos después. Cuando el Braga lanzaba sus contraataques, el Napoli mostraba signos de incomodidad en el campo y dificultades en su juego colectivo. En ese momento, el equipo italiano buscó el camino hacia el gol a través de su hombre más destacado: Victor Osimhen. El nigeriano fue la figura determinante en todas las acciones sobresalientes de su equipo, aunque se topó con los reflejos de Matheus Magalhaes en varias ocasiones.
En el duelo más destacado de la primera mitad, Matheus enmendó un pase arriesgado del defensor Fonte con una intervención providencial ante Osimhen. Luego, voló para desviar un cabezazo del africano y otro de Di Lorenzo en la acción siguiente. Osimhen, incansable, cabeceó cerca del poste y estrelló un disparo en el larguero, incluso provocando una revisión del VAR en un posible penalti.
La perseverancia finalmente tuvo recompensa justo antes del descanso. Kvaratskhelia encontró a Osimhen dentro del área, quien asistió de cabeza para que Di Lorenzo marcara con una volea imparable que se estrelló en el poste antes de anidar en las redes. Fue un gol imposible de detener para Matheus y un gran impulso para los napolitanos.
Después del descanso, el equipo italiano mantuvo su impulso y estuvo cerca de anotar el segundo en otro intento de Osimhen, esta vez acariciando el poste. Pero el Braga, impulsado por la necesidad de acercarse en el marcador, comenzó a crecer con el paso del tiempo. Aunque Zielinski desperdició la oportunidad de sentenciar el partido, el equipo italiano perdió el control y pagó el precio del empate, que llegó en el minuto 84 con un gol de Bruma.
Sin embargo, la alegría del Braga duró poco, ya que cuatro minutos después, Niakaté marcó en propia puerta al intentar despejar un centro lateral, concediendo así el gol que selló la victoria 1-2 para el Nápoles. Este emocionante enfrentamiento dejó claro que el Grupo C de la Champions League será uno de los más reñidos de la competición, con el Nápoles listo para dar batalla al Real Madrid por el liderato.
Redacción por Alexia Cueva Castillo.