La realidad del Atlético de Madrid es una donde reina la inconsistencia, una semana puede agonizar para sacar un resultado favorable y otra te aplasta por más de tres goles mostrando todo su mejor juego. Una bendición o maldición dependiendo de a quien le preguntes, de cualquier forma el equipo del ´Cholo´ Simeone sigue ganando y poco a poco asegurando el top 3 de LaLiga que le permita repetir su participación en la próxima UEFA Champions League.
El rival de hoy era uno también necesitado de puntos, el Girona, quien no contó con el peruano Alexander Callens por lesión, venía de a pocos levantando en la tabla de posiciones y dejar atrás los fantasmas del descenso. Un encuentro de local Estadio Municipal Montilivi se vería muy cerrado durante los 90 minutos, no fue nada sencillo abrir esa rendija que suponía la defensa local, el partido pasaba y parecía que el buen momento ´Colchonero´ se venía abajo.
Incluso tuvo que aparecer Jan Oblak para salvar a su equipo en un remate de larga distancia sorpresivo de Rodrigo Riquelme, en el mejor escenario, al menos seguían sumando puntos y el tercer lugar se mantenía en Madrid, pero aun quedaba un auxilio más para lograr el triunfo. A los 91´ apareció Álvaro Morata con un gol agónico, no solo por el minuto, sino porque demoró el VAR para confirmar el tanto que silenció la ciudad, volviendo a rozar zona peligrosa.
Con la victoria ratificada, el Atlético de Madrid llega a 48 puntos y le saca 6 puntos al Real Betis, quien es el equipo que sigue tentando los puestos de UEFA Champions League. Un triunfo que nace de la garra, el sufrimiento, los baluartes más grandes que caracterizan a un equipo de Diego Pablo Simeone.
Redacción: Roberto Andrés Benavides