El fútbol es un deporte hermoso y cruel, mientras muchos probablemente criticarán el juego de Marruecos como ´rácano´ o ´anti fútbol´, un continente está de fiesta por la hazaña inolvidable que un grupo de 26 jugadores logró esta noche en Qatar. Derrotando por 1 a 0 a Portugal, ´Los Leones del Atlas´ acceden a las semifinales de la Copa del Mundo por primera vez en su historia, al mismo tiempo de ser el primer representante africano en dicha instancia.
Lo que podía vaticinar en la previa ocurrió paso por paso durante el partido, Marruecos replegado y esperando las oportunidades desde el pase largo y Portugal decidido a buscarlo desde el inicio, pero chocando con una férrea defensa africana. Nuevamente Cristiano Ronaldo arrancaba en el banco ante la excepcional actuación de Gonçalo Ramos contra Suiza, exhibición que no volvió a repetir, siendo cambiado cerca del final del encuentro.
Quedará para la polémica el que hubiera pasado si Cristiano iba desde el pitazo inicial, pero Fernando Santos decidió que no fuera así, aun con todo y ello, los ´Lusos´ se acercaban cada vez más al gol, eso fue hasta una jugada fuera de contexto que sacudió Qatar una vez más. La incomodidad invadió a Portugal finalizando el primer tiempo y en el mejor momento de Marruecos, apareció Youssef En-Nesyri a los 43´ para marcar el gol más importante de su carrera.
Con ´CR7´ en cancha casi todo el segundo tiempo, la ex campeona de Europa salió a por todo en el complemento, sufriendo una que otra contra del cuadro marroquí a consecuencia de ello, la diferencia aun era mínima y salvable, pero el técnico no pensaba en estrategias, solo en seguir metiendo delanteros. No habían conexiones y salvo algunas situaciones donde Bono fue figura, uno podía telegrafiar que Marruecos se iba a quedar con el partido.
Así como aquella Grecia que en 2004 campeonó ´colgada del travesaño´, Marruecos defendía con todo hasta el final, un Bono espectacular ratificando su condición de portero grande y un silbato final que enardeció todo el Estadio Al Thumama. Por primera vez en la historia de los mundiales, un país africano llegaba a jugar los siete partidos, Marruecos está en semifinales de la mano de un gran entrenador en Walid Regragui, misión más que cumplida.
Por otro lado, está la cara inversa de la moneda, la desilusión y llanto de un Cristiano Ronaldo representando toda Portugal, una generación de gran talento que ha perdido cuatro años en vano, el final de una carrera en selección del mayor goleador de la historia, por la puerta de atrás. Mucho quedará por reflexionar, pero lo queda ahora es dejar de predecir, porque el fútbol se encarga una y otra vez de dejarnos retratados con las sorpresas que aun se pueden dar.
Redacción: Roberto Andrés Benavides
