No importa cómo lo hace, José Mourinho se las ingenia para siempre ser protagonista. Así, sin rematar una sola vez al arco rival en el BayArena, la Roma soportó el asedio del Bayer Leverkusen durante todo el partido y gracias al 1-0 de la ida se metió en la final de la Europa League.
El estratega portugués parece que va peldaño a peldaño con el cuadro romano y tras ganar la Conference League la temporada pasada, ahora la gesta la consiguió en el segundo torneo más importante de la UEFA ante un rival superior en el juego, pero sin puntería.
Al tercer minuto de juego llegó la primera y única situación creada por la visita. Tammy Abraham le dejó una balón a Lorenzo Pellegrini, pero su ejecución se fue sin peligro para Lukas Hradecky, que no volvería a ver de nuevo un ataque de la ‘Loba’.
La respuesta de los locales tardó un poco y a los 12′ Moussa Diaby llegó de una contra por derecha y sacó un latigazo que dio en el travesaño ante la mirada perdida de Rui Patrício. Tan solo en la primera mitad el Leverkusen llegó en 12 oportunidades, cuatro peligrosas, pero el arco no se abrió.
Como en los tiempos de la decadencia del Imperio Romano, los alemanes intensificaron el asedio en campo rival, pero sin repetir la historia, los muros romanistas no cedieron. Cada centro era despejado y cada disparo bloqueado. El equipo de Xabi Alonso quemó todos sus cartuchos sin suerte. Mourinho le sacó provecho al tanto de Edoardo Bove para alcanzar la final.
Esta será la segunda del cuadro de la capital italiana tras la perdida en 1991 frente al Inter cuando aún se le conocía al torneo como UEFA Cup. La final se jugará en el Puskás Aréna de Budapest, Hungría.
