Quinto piloto que se sube a lo más alto del podio en la temporada y como tantas veces, un tercero lo hizo luego de que los que peleaban por la victoria sufrieron un accidente. En esta ocasión le tocó el turno a George Russell, que en el GP de Austria se impuso tras el toque que sufrieron Max Verstappen y Lando Norris a siete vueltas del final.
El neerlandés de Red Bull se mostró sólido el fin de semana al conseguir la pole position y ganar la carrera sprint, pero detrás, como en las últimas semanas, estaba el británico de McLaren que buscaba su segunda victoria en el año y en la Fórmula 1.
La carrera no tuvo mayores contratiempo, salvo un toque entre Charles Leclerc y Oscar Piastri que obligó al monegasco a entrar a boxes y anticipar lo que sería una jornada complicada en la que acabaría fuera de la zona de puntos por segunda vez en los últimos tres Grandes Premios.
Un problema en un neumático de Verstappen le hizo perder la ventaja que tenía con Norris que venía cerca y con medios nuevos, se puso a tiro de victoria, pero en la curva 64 el neerlandés se defendió de forma agresiva y causó un choque entre ambos, que acabó con su obligada entrada a boxes y la del inglés que tuvo que abandonar.
Ante esto, Russell se benefició y cortó los 16 segundos de distancia y pasó a liderar la carrera. Cuidó sin problemas el primer lugar y de manera sorpresiva ganó es GP por encima de Carlos Sainz y Piastri. ‘Super Max’ se conformó con un quinto lugar, aunque complacido de cierto modo, debido a que Norris y Leclerc, sus escoltas, no sumaron puntos en esta jornada.