La jornada de la Premier League llegaba a su final con un encuentro que mantiene la disputa constante por los puestos europeos para la próxima temporada, siendo uno de los contendientes el alicaído Manchester United. Sufriendo una dolorosa derrota contra el Brighton hace unos días, el equipo de Erik ten Hag tenía que remontar el mal momento, porque detrás suyo viene un Liverpool embalado y con toda la intención de arruinar la fiesta a su máximo rival.
El rival claramente no sería sencillo, un West Ham necesitado de victorias, a cuatro puntos del descenso y luego de caer goleado con el otro equipo de la ciudad, les tocaba ser locales en Estadio Olímpico de Londres y tenían que aprovechar el declive ´Red´ para darle un golpe certero. Cada partido tiene su propia influencia no solo del juego y los equipos, sino el contexto adverso o positivo, para los ´Red Devils´, fue una noche interminable en la capital.
No lograron embocar un remate en 90 minutos, eso a pesar de contar con el control del juego durante gran parte del partido, aun más, el único gol del encuentro llegaría por un horror más del conocido David de Gea. Era un remate raso, pero sin mucha potencia desde la zona 14 por parte de Said Benrahma, el mismo era muy predecible para retener en un tiempo, para el guardameta español fue imposible y se le metió entre los brazos para encajar el tanto a los 27´.
Desde ningún punto de vista se podía justificar el blooper del golero titular de un grande como el United, pero quedó más de una hora para intentar una remontada, eso parece que no le quedó claro al equipo, quienes vienen jugando de mal en peor con el paso de las fechas, todo desde la eliminación en UEFA Europa League. Los minutos pasaron y pudieron jugar 100, el Manchester United no iba a empatar el encuentro, una derrota que se celebró en otra ciudad.
David Moyes ends his 10-game winless run against his former club Manchester United 🙃 pic.twitter.com/naxbmIUZhh
— B/R Football (@brfootball) May 7, 2023
Aun con un partido más, el Liverpool se puso a dos puntos de arrebatarle ese cuarto lugar y llegar in extremis a la próxima UEFA Champions League, lo que significaría dejar nuevamente relegado a su acérrimo rival, lo cual tiene una gratificación extra inigualable. El West Ham estiró su diferencia a siete puntos por encima de la zona del descenso, un respiro apropiado que se pueden dar a falta de tres partidos donde la tormenta de equipos grandes ya pasó.
El calendario pinta amigable para el Manchester United, salvo un partido contra el Chelsea que parece haber resucitado y el último contra el Fulham que ha logrado sorprender en más de una ocasión esta temporada. Uno no terminará por explicarse como pasó este equipo a mostrar un formidable nivel y eliminar al futuro campeón de la liga española, a quedarse en la cuerda floja de no solo caer fuera de Champions, sino incluso no llegar a Europa del todo.
Redacción: Roberto Andrés Benavides