Los ricos también lloran: el desastroso año del Chelsea desde la llegada de Todd Boehly

Luego de gastar inconmensurables cantidades de dinero esta temporada, el cuadro londinense se quedó fuera de todo y sin chances de competir en Europa la próxima temporada... ¿Dónde salió todo mal?
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Redacción Tiro Directo

No siempre todo lo que es nuevo resulta ser lo mejor, innumerables ejemplos a lo largo de la historia, no solo en el fútbol, pero en el deporte que nos compete, uno de los casos más recientes y dolorosos viene a ser la campaña del Chelsea FC. Un equipo que en 2021 sin demasiados recursos, pero con una idea clara, logró sorprender a Europa nuevamente y conquistar la UEFA Champions League, uno pensaba que se venía lo mejor, pero fue todo lo contrario.

En 2022 con el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, el dueño del cuadro ´Blue´ fue forzado a vender el club y con ello llegó una gran crisis económica, eso sumado a lo que ya venía sufriendo en esa época por no poder firmar debido a una sanción de la UEFA. El tiempo se acababa y parecía no haber comprador, eso fue hasta que llegó el salvador de nombre Todd Boehly, alguien que se aventuraba en el fútbol luego de volverse dueño de Los Angeles Dodgers.

Don dinero ≠ Don fútbol

La emoción que un hincha pueda tener cuando adquiere un club en un videojuego es fenomenal, usualmente lo primero que se hace es ir al apartado de fichajes y gastar todo el presupuesto en los mejores, total, al final es un juego, si sale mal, solo se vuelve a empezar. El problema para Boehly era que se tomó al Chelsea como alguna franquicia de entretenimiento, o eso dio a entender con sus primeras movidas, despidiendo sin razón a Marina Granovskaia.

Nombre que suena a poco, pero ella fue la directora deportiva que enrumbó la victoria en la UEFA Champions League 2021, un enorme trabajo que hubiera continuado, pero Todd decidió cortar de improviso, eso sumado a otros despidos como el Presidente Bruce Buck y leyenda Petr Čech. El nuevo dueño norteamericano era el mismo director deportivo, entonces luego de recoger a un equipo de la ruina económica, solo quedaba un camino, fichar sin parar.

Proyecto a largo plazo

El 2022 se encaminaba como un año de renacer para el Chelsea, más allá de los despidos polémicos, la nueva inyección económica y un entrenador que ha demostrado capacidad como Thomas Tuchel, podría ser la receta para volver a la cima. Después de todo, las palabras de Todd Boehly, este proyecto es a largo plazo y esto involucra mucha paciencia, lo cual es curioso al pensar en que en menos de un año, tres entrenadores pasaron por el banquillo.

Una mala racha del entrenador alemán, la cual incluyó una derrota en la primera fecha de Champions y estar fuera del top 3 en la Premier League le costó el trabajo, pero bueno, eso suele suceder, de seguro al siguiente entrenador le darán el tiempo necesario. Llegó Graham Potter, mejor dicho lo sacaron de un Brighton que iba en popa, el logró encaminar el barco en Europa, pero en la liga inglesa estaba en el puesto 11 a la hora de su despido en abril.

Entre los grandes problemas en el manejo de Todd, son los tiempos, si bien el proceso de Potter ya no se sostenía por si solo, echarlo a días de tu duelo decisivo por Champions contra el Real Madrid fue muy imprudente, sobre todo cuando la solución solo fue un parche en forma de Frank Lampard. Una leyenda inglesa que se vio envuelto en una situación en declive, sin poder salvar el barco, se hundió y el cuadro londinense está fuera de todo en la mitad de abril.

Se supone que Lampard se quedará hasta fin de temporada, donde anunciarán un nuevo entrenador, se habla de Nagelsmann, Luis Enrique o hasta Mauricio Pochettino, pero si algo no se puede permitir el cuadro ´Blue´ es otro técnico que no termine la temporada, sino todo seguirá de capa caída. Ahora, el dinero no solo se fue en los entrenadores, está el elemento principal de cualquier equipo de fútbol, los jugadores nuevos y su influencia.

Las joyas de la corona

611 millones de euros ha sido la inversión de Todd Boehly en 365 días al mando del Chelsea, aprovechando los dos mercados de pases para sacar lo mejor en búsqueda de revitalizar el club que no veía rumbo. Llegaron jugadores con pasado ganador como Raheem Sterling por 56,2 millones, un defensa confiable en Marc Cucurella por 65,3, una joya ucraniana como Mykhaylo Mudryk por 70, Wesley Fofana por 80 millones de euros y un campeón del mundo.

Por Enzo Fernández se depositó 121 millones de euros, la mayor venta de un argentino en su historia, sin contar el préstamo de Joao Felix del Atlético de Madrid, es el jugador más valioso de la plantilla y con una ancha espalda luego del mundial en Qatar. Si algo en común tienen estos seis jugadores es que a la hora de la verdad, no mostraron el valor de su ficha, a lo mejor es culpa del mercado por como los infla, pero en números fríos, fueron un desperdicio.

Una inversión que no ha recibido ganancias, sino perdidas millonarias, no clasificarse a Champions o incluso a ninguna competición europea, no ganar un solo título y manejar sin rumbo en lo que queda de temporada. Puede que el proyecto sea a largo plazo, pero si las piezas están revueltas y no hay alguien que pueda administrar y otro que organice para rearmar un equipo con mucho valor y potencial, el Chelsea solo seguirá en un hoyo negro sin fin.

Redacción: Roberto Andrés Benavides