No hay signos de mejora en un equipo que urgía de un triunfo sobre todo para su moral. En otro flojo partido el Borussia Dortmund abrió la tercera fecha de la 1. Bundesliga en el Westfalenstadion y ante el recién ascendido Heidenheim apenas consiguió un empate que lo alejará de los primeros lugares del torneo.
Tras conocer su destino en la Champions League, con el sorteo del último jueves en el que cayó en el grupo F junto al Paris Saint Germain, AC Milan y Newcastle United, los aurinegros recibían a un equipo que sabía de lo complicado que sería sumar fuera de casa.
El pronóstico se cumplió rápido y al primer cuarto de hora el conjunto local ya mandaba en el marcador. Primero a los 7′ de un despeje que bloqueó Emre Can, el balón le quedó en el área a Julian Brandt que de media vuelta la colocó. Al 15′ una mano de Lennard Maloney significó un penal para el Dortmund que Can convirtió en gol.
Pero esta ventaja no fue bien gestionada por el equipo de Edin Terzić y no la pudo ampliar pese a tener el total control del partido y con una visita que poco generó en área de Gregor Kobel. Con el 2-0 parcial se fueron al descanso.
Complemento perfecto del Heidenheim
La actitud es un factor al que se le ha criticado mucho al Dortmund en los últimos años y pese a cambios recientes, como el nuevo capitán Can, sobre el histórico Marco Reus que renunció a ella, nada ha cambiado. Al 54′ el Heidenheim se metía en partido con un tanto invalidado desde el VAR por un brazo de Marvin Pieringer en la línea de meta.
Sin embargo, uno de los puntos más flojos de los locales, Marius Wolf, le permitió a los Baden-Württemberg descontar al 61′ con un certero derechazo al primer palo de Eren Dinkci. Acto seguido Donyell Malen pudo liquidar, pero Kevin Müller con los pies evitó el tercer tanto del ‘Schwarzgelb’.
En el 77′ un balón largo no parecía tener peligro y Sébastien Haller, también de mal partido, coronó su pobre actuación con un penal al controlar mal y luego dejarle el brazo extendido a Jan-Niklas Beste que se avivó ante su error. Primero se marcó offside, pero tras ver el VAR, el árbitro Tobias Reichel señaló la falta que Tim Kleindienst puso al medio.
Con un Westfalenstadion que piteaba a sus propios jugadores, el partido sucumbió en un ida y vuelta que no tuvo resultados para ninguno. Histórico empate para el entrenador Frank Schmidt, que en 16 años al mando de Heidenheim lo metió por primera vez en su historia en Bundesliga y ahora consigue su primer punto ante un gigante del fútbol alemán.
