La ocasión era precisa, un partido por la UEFA Europa League contra el Sheriff Tiraspol, equipo que no sacaba puntos desde la primera jornada y que se hacía apetecible para un Manchester United que ahora mismo necesita de cualquier respiro para conservar la calma. La victoria en este partido les aseguraba continuar en esta competición, pero aun los dejaba lejos del primer lugar del grupo, hecho que los alejaría de los ´descendidos´ de la Champions.
Desde el inicio se presentía un encuentro con solo un equipo protagonista en la cancha, desde el Old Trafford alentando los 90 minutos, hasta ver la estrategia del equipo de Moldavia que se replegaba nada más empezaban los ataques locales, con un destacado Alejandro Garnacho. El joven argentino fue una de las mayores noticias de la jornada, arrancando de titular por primera vez, mostrando una desfachatez y sobriedad que le puede servir al equipo eventualmente.
A pesar de la gran iniciativa en la delantera que se presentaba de forma temprana, les fue difícil penetrar la defensa del Sheriff por gran parte del primer tiempo, esto fue hasta que desde la pelota parada llegó la solución antes de irse a los vestuarios. Tras un saque desde la esquina de Christian Eriksen, apareció Diogo Dalot de cabeza para marcar el primer tanto del encuentro, destrabando cualquier nerviosismo que hubiera supuesto no marcar gol en 45 minutos.
Se podía apreciar una superioridad amplia en el equipo de Erik ten Hag durante todo el encuentro, pero si alguien no estaba satisfecho a pesar de la calma del partido, era CR7 quien desde cualquier medio busco marcar un gol para regresar a la alegría, incluso llegando a ser anulado. Entre tantos errores que supuso su búsqueda, llegaría un segundo gol de los ´Red Devils´, este de la mano de los recién ingresados Luke Shaw quien asistiría a Marcus Rashford a los 65´.
En este punto, con el partido resuelto, parecía que la misión del equipo era ayudar al goleador histórico a regresar a las redes, sea como fuera la forma, hecho que finalmente se logró en el culmine del encuentro. Tras un gran pase de Bruno Fernandes, Cristiano le dio de cabeza ante el portero Maksím Kóval, quien ya había salvado varias situaciones, pero esta vez dejó el rebote para que el portugués le diera con todo, marcando su tercer tanto de la temporada.
Una noche ideal en Manchester, goleada que ratifica el buen momento del equipo, su goleador regresó al gol y aun tienen una bala más por jugar en la última jornada contra la Real Sociedad. Para lograr el primer lugar de su grupo, deben ganarle por dos goles o más, de esta forma asegurarían su pase directo a los octavos de final, lo cual sería una gran señal para el equipo del neerlandés quienes de a pocos parecen encontrar su cauce.
Redacción: Roberto Andrés Benavides
