El luchador ruso Jabib Nurmagomedov retuvo su título como campeón mundial de peso ligero de la UFC al derrotar por vía de sumisión en el segundo round al estadounidense Dustin Gaethje.
La pelea estelar del UFC 254 disputada en la Fight Island de Abu Dabi generaba mucha expectativa por las estadísticas del europeo (28-0) y la del campeón interino (23-2), pero en el octágono las cosas estuvieron claras y el eslavo oriental dominó en el poco tiempo que duró el combate.
En el primero, el oriundo de Arizona de 31 años, avisó con patadas que intentaban desestabilizar al campeón, pero de a pocos perdió agresividad y dejó crecer a su rival, que acabaría llevándolo a la lona a segundos de que acabe el asalto y ser salvado por la corneta.
Nurmagomedov de 32 años, entró con todo al segundo round, de inmediato buscó la sumisión y la conseguiría. Derribó a Gaethje y tras un candado al cuello dejó casi noqueado a su contendor, para de esa manera mantener su invicto.
Al finalizar la batalla, el ruso viviría un momento emotivo, al echarse a llorar al suelo recordando a su padre, Abdulmanap Nurmagomedov, quien había fallecido en julio pasado víctima del coronavirus y que fue alguien que ayudó mucho en la carrera de Jabib..
«No hay ni una posibilidad de que pueda seguir haciendo esto sin mi padre. Le prometí a mi madre que contra Justin (Gaethje) seria mi ultima pelea, que no seguiría haciendo esto sin mi padre. Era su sueño.», de esta manera, el ruso sorprendía a todos anunciando que no continuará peleando profesionalmente.