‘Su Majestad’ sufrió más de la cuenta ante un duro oponente que no le había podido ganar antes un set. El suizo dejó buenas sensaciones en su regreso.
Lo que todos esperaban se dio con algo de suspenso. Roger Federer volvió a la actividad profesional luego de 405 días en el Open de Doha, en Catar y en tres sets se impuso ante un complicado Daniel Evans que dio lo mejor de sí para intentar arruinar su retorno.
Fue en enero del 2020, cuando cayó ante Novak Djokovic en las semifinales del Abierto de Australia, la última vez que el suizo había pisado una cancha de tenis para un partido oficial, y tras catorce meses y una larga recuperación por una operación a la rodilla, ‘Su Majestad’ está de vuelta en acción.
El partido que le planteó el británico fue complicado. Un jugador con características similares al helvético, lo complicó desde el inicio, lo que provocó que el primer set se defina en un Tie-Break luego de que ninguno consiguiera un quiebre. El suizo se llevaría el primero tras una larga definición.
Para el segundo capítulo Evans mostró sus mayores virtudes, pero a sabiendas de que en los tres partidos anteriores ante Federer solo había perdido y sin poder ganar una manga, no era especulativo. Con consistencia en su servicio y buena defensa, quebró para estar 3-1 y no perdió la ventaja. Se llevó el segundo set por 6-3 ante un suizo que empezaba a acumular errores no forzados.
La tercera y definitiva manga volvió a ser un calco del primero. Ambos sin ceder en su servicio, llegaron al 5-4 donde el ‘Expreso Suizo’ tendría su primer Match Point, pero falló y le permitió al inglés igualar. Federer no fallaría con su saque y por fin, con 6-5 y 15-40 a favor, logró al fin quebrar y ganar su primer partido desde aquel partido por cuartos de final en Australia ante Tennys Sandgren.
En la siguiente ronda el 20 veces campeón de Grand Slams se medirá ante el georgiano Nikoloz Basilashvili.