El equipo del momento viajaba a Londres para cerrar la serie y lograr la tan ansiada clasificación a semifinales de Europa League. Sin embargo, el Leverkusen se encontró a un West Ham bastante combativo y luchador. Los locales asumieron el protagonismo y se adueñaron de la pelota, la tenencia de esta y los ataques directos.
El flamante campeón de la Bundesliga se vio pasado por arriba por merito del rival pero también por falencias propias. A Xabi Alonso se lo vio bastante molesto por como sus defensores querían salir jugando a toda costa, a pesar de lo inseguros que estaban. Michail Antonio con un cabezazo logró abrir el marcador y fue lo que desencadeno la molestia del español.
Antes de la primera media hora del encuentro, Xabi realizó cambios, algo poco habitual en el. Sacó a Kossounou, de muy mal partido y además amonestado, para darle ingreso a Tapsoba. Antes del final del primer tiempo, hubieron discusiones acaloradas entre ambos equipos. Tah y Antonio vieron la tarjeta amarilla. Mientras que, ambos asistentes técnicos fueron expulsados.
En el complemento, el Bayer mejoró con relación a la actitud y al juego. Uno de los ingresados fue el neerlandés Frimpong. El lateral y muchas veces carrilero, se falló un mano a mano insólito. Sin embargo, minutos más tardes, con la ayuda de un desvió, logró empatar el encuentro. Empate que significa la clasificación de los alemanes a semifinales y que aún conservan el invicto de toda la temporada.
Un Leverkusen histórico
‘Die Werkself‘ pasó a la historia y ya no solo por haber logrado su primera Bundesliga. Con el empate de hoy, el Bayer Leverkusen se convirtió en la mejor racha invicta en toda la historia de futbol, con respecto a las cinco ligas más importante. Los alemanes llegaron a las 44 partidos sin conocer la derrota, superando las 43 que obtuvo en el 2012 la Juventus de Conte.