Los rossoneri siguen dejando puntos de local, extrañaron a Zlatan que estará de baja tres semanas. Si mañana gana el Inter se dispara a seis puntos en la punta.
Sólo un milagro podía salvar al Milan de otra derrota en el San Siro, ya llevan cuatro, y ocurrió por una jugada infantil, un ‘blopper’ de Larsen que provocó el empate del equipo de Pioli de penal en el 96′ por Kessie.
El rossonero es una amalgama de talento joven y experiencia granítica. Pero sin Ibrahimovic, está falto de gol y de chispa en ataque. El sueco estará alejado por sus problemas físicos, y lo extraña el equipo. Además, los lombardos tenían las bajas de Maldini, Bennacer, Mandzukic y Çalhanoglu. Y echó mucho de menos al sueco. Pero, más allá de eso, el equipo no está bien, sin juego y sin alma.
Ante esto, el Udinese fue superior en gran parte del partido. Sólo Theo Hernández empujaba desde la defensa, aunque una cesión suya al segundo tiempo se convirtió en una gran oportunidad para Pereyra que salvó Romagnoli en la línea ante un cabezazo de Nestorovski completamente sólo.
Los cambios de Pioli no surtieron soluciones para encontrar el tan ansiado tanto que abra el triunfo, y los de Údine aprovecharon eso y el desorden del cuadro local con el gol de Rodrigo Becao, uno de los mejores en la cancha, junto a Rodrigo De Paul. El argentino fue el líder de su equipo y el jugador que mejor manejó la marca y salido de los bianconeri.
Kessie apareció en la última jugada del encuentro de penal, para salvar un punto que ayuda muy poco en la lucha por el Scudetto. Con el empate, el Milan culmina así una mala racha. Un partido ganado (ante la Roma en el anterior choque a éste) en los últimos seis. Eso implica que, si mañana gana el Internazionale, se disparará a seis puntos, con medio Scudetto ya en el bolsillo.