Jornada clave en el Masters 1000 de París, último de la temporada y que en una de sus llaves de cuartos de final tenía al vigente campeón Holger Rune ante Novak Djokovic, duelo que se vio en la final pasada que se llevó el danés, pero que no pudo repetir en esta ocasión.
El serbio que se tomó un largo descanso tras la obtención del US Open en septiembre, había regresado con un cómodo triunfo sobre Tomás Etcheverry y Tallon Griekspoor antes de medirse con el nórdico sexto preclasificado del torneo.
Con mucha paridad en el primer set, ‘Nole’ fue el que sacó ventaja al llevárselo por 7-5. La ventaja de 2-1 en el historial que tenía Rune no intimidó al serbio que en pista dura solo ha perdido un partido este año (ATP de Dubái ante Daniil Medvedev).
Para el segundo el actual número 1 del mundo pudo cerrarlo cuando estuvo 5-4 con Rune al servicio, pero el danés resistió y forzó un Tie Break que finalmente ganó por 7-3 con un espectacular paralelo de revés que dejó sin reacción al belgradés.
Djokovic se tomó un respiro, fue a vestuarios, provocó la pifia del público y regresó desatado. Quebró en el uno iguales y en adelante manejó los hilos para consumar un nuevo triunfo en 2 horas y 54 minutos, que le permitirá jugar por novena ocasión las semifinales en Paris-Bercy. Espera por Alex De Minaur o Andrey Rublev.
