El serbio demostró toda su jerarquía y en menos de dos horas le puso fin al casi perfecto torneo de la revelación rusa.
Nada detiene a Novak Djokovic en su Grand Slam favorito. Ni las dolencias físicas, ni la revelación del certamen. El serbio se impuso con contundencia a Aslan Karatsev y así se ha metido en el que será su novena final y en la que conserva un récord de 8-0 a favor.
‘Nole’ llegaba a este partido tras derrotar en cuatro mangas a Alexander Zverev y ya sin aquejar molestias, por lo que el ruso que dejó afuera a Grigor Dimitrov, que sí se lesionó durante su partido, tenía que estar en un alto nivel para dar batalla ante el número uno del mundo.
Pero el sueño le duró poco a Karatsev. En el primer set Djokovic quebró estando 4-3 con el eslavo al servicio y con su saqué cerró para llevarse el primero que decantaría el partido. El quiebre del balcánico en el segundo llegó rápido en el 1-1 y luego con el 3-1 a favor, ‘Nole’ sufrió su primer quiebre al sacar 5-2 para cerrar la manga. El ruso llevó el partido al 5-4, pero esta vez el de Belgrado no falló y se quedó con la segunda parte.
Mentalmente no se le vio como en otros partidos al 114 del mundo, influencia de su rival de turno, que le quebró en su primer servicio, pero el oriundo de Vladikavkaz respondió y con otro quiebre igualó 2-2, sin embargo, otra vez no pudo sostener y con dos breaks más en favor del serbio, y un ace en su último game, el sueño de Karatsev se terminó en una hora y 53 minutos.
Djokovic mantiene una racha de 9-9 en semifinales en Australia y buscará llevarla a la final, instancia en la que nunca ha perdido, siendo el campeón en las ediciones del 2008, 2011, 2012, 2013, 2015, 2016, 2019 y 2020. El número uno espera por Daniil Medvedev o Stefanos Tsitsipás.