Coppa Italia: Atalanta pasa a la final con autoridad sobre un diezmado Napoli

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Noche de ensueño para Pessina, que marcó dos golazos y le dio el pase a la quinta final en su historia al conjunto bergamasco.

Ya está definida la final de la septuagésima cuarta edición de la Copa Italia. La Juventus y Atalanta, fueron los equipos más regulares y con justicia, disputarán el partido definitorio en el Olímpico de Roma, el próximo 19 de mayo a partido único.

En el juego de ida, jugado la semana pasada en el Diego Armando Maradona (ex San Paolo), los napolitanos, no pudieron sacar ventaja (0-0), y llegaron al encuentro de vuelta complicados por varias bajas por coronavirus y lesiones físicas. Por su parte, los neroazzurri de Bérgamo, ya tienen al sustituto ideal del ex capitano, el ‘Papu’ Gómez, un joven de 23 años nacido en Monza, Matteo Pessina, la figura del partido.

El primer gol del Atalanta fue un golazo. Zapata recogió fuera del área, nadie le entró, se acomodó el esférico y disparó al 10′ un misil teledirigido lejos del alcance de Ospina. La defensa del Napoli concentró sus críticas en Rrahmani, pero nadie salió a tapar y el colombiano no perdonó. Se sintió más que nuca, la ausencia de la pareja titular en defensa: Koulibaly-Manolas.

El equipo de Gatusso, quien podría estar en la cuerda floja, nunca estuvo en partido, el conjunto partenopeo fue superado en todas sus líneas por la DEA. Así Gosens encontró entre líneas a Zapata que la acomodó de primera a un Pessina que marcó su segundo gol de la temporada al 32′. Para colmo antes del descanso, los biancocelesti sufrieron otra baja en defensa al dejar el campo por lesión Elseid Hysaj y entrar en su lugar Mario Rui.

Para el segundo acto, Gennaro ingresó al ‘Chucky’ Lozano por un apático Politano. La cosa duró hasta que ‘El Toro’ y Pessina volvieron a conectar. El gol del italiano fue para enmarcarlo en un cuadro. El colombiano se la dejó con clase de primera y el atacante atropelló la defensa celeste tirando un caño y batiendo a Ospina de picadita. Golazo para lograr una final histórica y para elevar la moral de un equipo que en dos semanas se verá las caras con el Real Madrid en Champions. Los de Gasperini, son un equipo de temer que puede jugarle de igual a igual… a los mejores del mundo.