Una de las peores noches en Europa para los bianconeri. Sin ideas de juego y con un Ronaldo bien marcado, el equipo de Pirlo la sacó barato en Oporto, y pierde por primera vez contra equipos portugueses en UCL.
Una pésima prestación de los italianos en Portugal, pero aún así, deja todo abierto para el encuentro en Turín, tras un partido en el que Cristiano hizo uno de los peores partidos de sus últimos años. Él y su equipo, inoperantes en ataque y distraídos en defensa, encajando un gol en cada uno de los primeros minutos de cada periodo. Increíble. El milagroso gol de Federico Chiesa en el 82′ salvó un resultado (2-1) manejable para la vuelta.
De arranque, la Vecchia Signora se vio sorprendida por el ‘horror’ infantil en salida de Rodrigo Bentancur en su propia área. No había pasado ni un minuto de juego y el craso error de uruguayo complicó todos los planes tácticos de Andrea Pirlo, cada cierto tiempo por su tipo de juego, el ex Boca comete este tipo de errores. Además, Sérgio Conceição planteó un partidazo, su equipo fue mejor casi en los 90′, con una presión asfixiante en la salida de la Juve hasta los últimos minutos, cuando los locales se quedaron sin gasolina.
La primera parte fue muy flojita, por parte del conjunto visitante. Mucha posesión, pero escaso peligro, nula participación de Cristiano… Tanto que el portugués se desesperó y se tiró a la banda -ya no tiene la velocidad de antaño-, por lo que no pudo hacer nada en ese primer periodo.
Lo peor vino antes del entretiempo, Chiellini se fue lesionado en el 34′. Tuvo que entrar por él Demiral, Otro contratiempo para una Juventus que no encontraba su camino. Sólo en el minuto 40′, vino la primera ocasión de peligro, a través de una ‘chalaca’ de Rabiot que despejó Marchesín.
Habían pasado treinta segundos, sí, no era un deja vu, y los bianconeri entraron de nuevo dormidos, cuando Marega resolvió en el área una buena jugada por la banda derecha del Oporto, y en donde la defensa de la Vecchia estuvo muy blanda, inconcebiblemente floja para un equipo italiano. Así no puede aspirar a nada este año, ni en el Calcio, donde están a ocho del líder, el Internazionale, ni mucho menos en Europa. La única buena triangulación del visitante se dio entre Alex Sandro, Rabiot y Federico para descontar el marcador en una noche para el olvido.
Lo mejor en los visitantes fue el ingreso de Álvaro Morata en el 63′, puso más ganas y peso a una Juve patética que dejó mucho que desear, sin ideas claras y sin vergüenza deportiva, no hubo respuestas de parte de Pirlo. Se equivocó clamorosamente con la inclusión de Mckennie pegado a la izquierda de entrada… sólo lo salvó el remate de Chiesa en el 2-1 que deja la eliminatoria muy abierta.