Stamford Bridge fue testigo de uno de los mejores partidos del año. El Chelsea recibía al Manchester United y si bien es cierto, ninguno atraviesa su mejor momento, nunca decepcionan. El partido empezó con un solo dominante, y eran los locales. ‘Los Blues’ se pusieron arriba en el marcador, nada más empezar el partido.
Después de una desatención del United, a Gallagher le quedó un balón en el medio del área y lo aprovechó para poner en ventaja a los suyos. Antes de los primeros veinte minutos, Cole Palmer transformó un penal en gol para poner el 2-0 parcial. Parecía ser que solo había un equipo en cancha, pero aun quedaba bastante por jugarse.
En un lapso de cinco minutos, entre el 34´y el 39′, Garnacho y Bruno Fernández empataron el encuentro. El argentino aprovechó un error en salida del rival. Mientras que el luso, mediante un cabezazo, consiguió marcar. El partido estaba igualado y así se mantuvo hasta el descanso.
En el segundo tiempo, Antony con el exterior asistió de forma extraordinaria para que Garnacho cabecee y los ‘Diablos Rojos’ den vuelta el partido. Los dirigidos por Ten Hag dominaron el resto del encuentro y parecía que se llevarían los tres puntos a casa.
Sin embargo, la Premier League siempre tiene algo más que ofrecer. En el tiempo agregado, Dalot cometió un penal por una imprudencia. El italiano se tropezó y se llevó puesto al rival.
Cole Palmer asumió nuevamente la responsabilidad desde los doce pasos y lo transformó en gol. Nada mas sacar del medio, el Manchester la perdió y los locales generaron un córner, por ende tendrían la ultima del partido. Se ejecutó en corto el tiro de esquina, el inglés levantó la mirada y metió un zurdazo que se desvió y termino dentro de la red. Pocchetino y los suyos gritaron y corriendo desaforadamente, celebrando el triunfo sobre la hora. Un partido en el que hasta hace 3 minutos, estaba perdiendo.