Alianza Lima y Melgar se midieron en el estadio Alejandro Villanueva, recinto ubicado en el barrio limeño de Matute, en el partido de vuelta que definió al campeón absoluto de la Liga 1. Debido a que en el primer duelo (ida) de esta serie, la escuadra arequipeña se impuso por 1 a 0 con un solitario autogol, los locales estaban obligados a vencer por una diferencia de dos goles si querían alzar nuevamente el trofeo.
Con uno de los mejores recibimientos que se recuerde de los últimos años, ambas oncenas salieron al gramado de Matute en búsqueda del resultado que les diera el tan ansiado título nacional. No obstante, ese espectáculo que se vivió en las tribunas no estuvo relacionado con el que sucedió en la cancha. El juez del encuentro, Bruno Pérez, dio el pitazo inicial bajo el despejado cielo limeño y ante un abarrotado estadio que mostró su mejor rostro.
El encuentro empezó bastante friccionado y sin ideas claras por parte de ambos equipos. Los minutos pasaban y el desarrollo del cotejo se volvía aún más áspero. Ningún jugador fue capaz, durante gran parte de los primeros 45 minutos, de imponer sus condiciones. Hasta que a los 45+1 llegó el tanto del defensor peruano Yordi Vílchez con un remate de cabeza que no pudo contener el guardameta Carlos Cáceda. Este tanto significó el primero en el torneo para el ex futbolista del Juan Aurich. Luego de esta acción, se terminó una primera etapa bastante mediocre para tratarse de una final.
Los últimos 45 minutos empezaron con una mayor precisión de ambos clubes. Sin embargo, no se gestaron grandes oportunidades de ampliar o recortar la diferencia. El que más intentó llegar al arco rival fue el volante Pablo Lavandeira, es así que llegó a los 74 minutos el tanto que le dio el segundo campeonato consecutivo al cuadro Íntimo. El marcador no se volvió a modificar y los dirigidos por Guillermo Salas terminaron siendo los campeones de la Liga 1.
Redacción: Stefano Quezada Quevedo
