Hace unos días, específicamente el 15 y 16 de enero, varios jugadores de tenis llegaron al nuevo lugar de alojamiento que la Federación Australiana de Tenis ha brindado en Melbourne para que los deportistas puedan pasar la cuarentena.
Los participantes del Open Australia 2021 llegaron al aeropuerto de la capital de Victoria por el zona de los jets privados con la intención de no toparse con personas provenientes de otras partes. Para prevenir situaciones lamentables, todos viajaron con un PCR, realizado 72 horas antes.
Un total de 1.257 personas relativas a la gira australiana habían cruzado la frontera con extremadas medidas de seguridad a la denominada Burbuja de Melbourne. De hecho, 1.500 personas del laboratorio del Covid están sólo analizando una a una las pruebas de los tenistas.
En este espacio, muchas caras conocidas dentro del mundo del tenis se encuentran hospedados. Uno de ellos es Novak Djokovic quién se le ha visto incumpliendo las reglas establecidas al salir al balcón sin mascarilla.
El número uno del mundo también habría hecho una carta, pidiendo relajar la cuarentena ya que al igual que él, muchos otros jugadores se sentían aprisionados al estar mucho tiempo encerrados. «La gente es libre de presentar una lista de demandas, pero la respuesta es no», respondió Daniel Andrés, jefe del gobierno del estado tras enterarse de la acción del atleta.
Lo que más alerto a los tenistas fue que este fin de semana se encontraran cinco personas positivas con el virus. Entre ellos están dos entrenadores: Edward Elliot y Sylvain Bruneau. Hecho que habría alarmado a toda la organización, decidiendo poner mano dura a las medidas de seguridad.
Roberto Bautista también fue polémica tras comentar que las medidas de seguridad en donde estaban eran muy asfixiantes. «Esto es igual que una cárcel, pero con wifi. La gente no tiene ni idea de tenis, de las pistas de entrenamiento … No tienen ni idea de nada. Es un desastre completo, tienen el control de todo», declaró. Días después se disculpó, diciendo que su declaración estaba sacada de contexto.
Ante la novedad que supone para tantos tenistas estar encerrados durante 14 días, el torneo ofrece desde este martes una serie de pasatiempos virtuales que van desde clases de yoga y spinning, hasta tour virtuales por los museos y zoos del estado de Victoria.
Asimismo, cada uno de los pasillos de los tres hoteles oficiales, el Grand Hyatt, el Pullman y el View, están vigilados por dos personas. Sólo se puede salir las cinco horas previstas para entrenar. De hecho, antes de realizar cada uno de los test, hay una interrogación previa en la que piden si se ha salido de su zona o han tenido contacto con gente que no pertenece a su grupo de personas de contacto.
Complicada situación que están sufriendo los deportistas, casi parece una prisión, todo estos sacrificios que exigen los organizadores pueden parecer extremos, pero son parte de los nuevos protocolos ante la segunda ola de contagios que viene acechando a todo el mundo.